lunes, 16 de noviembre de 2015

Historia #30: LA PATILLA

Historia #30
LA PATILLA

Era el año 2001, yo tenía 19 años, había salido de mi ciudad natal, Cúcuta, con mi semblante de estrato cero, mi dialecto Motilón y mi acento totalmente arraigado.
Llegué a vivir a Envigado, un municipio cerca de Medellín, muy bonito, todo se veía impecable, excepto yo, les digo que de lejos se veía que era un forastero y de los más "arriados".
Un día mi mamá me mandó a comprar una PATILLA, y me indicó dónde las vendían. "Eso es pan comido" - pensé. Al llegar al lugar, vi que en la entrada habían unas 50 patillas y, con mi acento totalmente Cucuteño, pregunté: "Chamo, cuánto cuesta una patilla?", el señor me miró como "bicho raro", lo cual me incomodó, pero muy respetuosamente me dijo: "JOVEN, YO NO VENDO PATILLAS", giré mi mirada hacia las 50 PATILLAS de la entrada, me llené de odio y como estaba acostumbrado a un ambiente hostil, mostré mi estrato y entre reniegos salí diciendo: "y estas catreHps las tiene de adornos?".
Mi mamá sonreía al escuchar mi queja, dejó que me desahogara y me dijo: "Hijo, aquí le dicen SANDÍA".

ESE DÍA APRENDÍ QUE DEBÍA APRENDER MÁS COSAS PARA NO HACER EL RIDÍCULO!

El día que fui por APÍO y me iban a dar unas ramas casi me pongo a pelear, luego me di cuenta que tenía que pedir ARRACACHA!

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