martes, 30 de junio de 2015

Historia #22: FLASH

Historia #22
FLASH
En 1990, a la edad de 8 años, no sé de dónde salieron los zapatos de "charold" que me regalaron, pero de algo estaba seguro: CON ESOS ZAPATOS PODÍA CORRER MÁS RÁPIDO.
Yo sé que todos cuando niños pasaron por esta situación. Se calzaron sus zapatos nuevos, se pararon, movieron los dedos de sus pies para sentir la comodidad de ellos y sintieron que podían correr como FLASH!
Yo era Flash, estaba totalmente transformado, no había nada que contradijera mi sentimiento, ni mi pantaloneta con zapatos "puntudos" de charold contradecían mi idea, sólo me faltaba correr.
Les cuento que si hubiese corrido más rápido, mi papá no se hubiese dado cuenta que dejé mi lugar por un momento. Fui hasta la esquina y regresé, ffffiiiiiiiiuuuuuuunnnnnn, ppppuuuuffff, fue en un abrir y cerrar de ojos!
"AMÁRRESE LOS CORDONES QUE SE VA A CAER", me dijo mi papá, él no había terminado de decirlo, cuando yo ya había pisado mis propios cordones, enredándome en mi poder y dándome un terrible golpe contra el pavimento.
ESE DÍA APRENDÍ QUE FLASH, EN SU DISFRAZ, NO TIENE CORDONES.
En ese momento pensé: "Se los hubiesen dado a Bani para que él se cayera".

lunes, 29 de junio de 2015

Historia #21: MIS BOTAS CON LUCES

Historia #21
MIS BOTAS CON LUCES
"LA GEAR", esa era la marca de los "Tenis" con luces que les compraban a los niños en esa época, hablo de mediados de la década de los 90' y hablo de los otros niños, a nosotros a duras penas nos pusieron a estrenar en un Diciembre unas alpargatas con suela de llanta de carro. Aunque no lo crean, yo estaba feliz con ellas.
En el año 1994, alguien le fió ropa a mi mamá, era extraño porque normalmente nadie se arriesgaba a perder la mercancía con nosotros, entonces, mi mamá aprovechó y nos vistió de pies a cabeza con ropa nueva. No se imaginan la felicidad de nosotros, todo era de la talla adecuada, algo que no se veía hacía algunos años, ya que casi todo lo que vestíamos era ropa regalada y de talla más grande.
Recuerdo que nos dio a cada uno un par de botas negras de cuero, de las que traen un bolsillo a un lado para guardar una navaja, la que tienen la suela gruesa. Yo me imaginaba que eran unas botas "KANGAROOS", uff, era poderoso al caminar, para que los jóvenes me entiendan, es como imaginarse con unos tenis "NIKE", cuando en realidad le compraron unos tenis "NAIK". Eso era lo mejor que me había pasado a mi corta edad de 12 años.
Llegó el 25 de diciembre de 1994 y salimos a arruinarle la infancia a los demás niños que muy felices jugaban con sus regalos y, que asombrados al ver que no teníamos ningún juguete en nuestra manos, nos preguntaban: "A ustedes qué les trajo EL NIÑO DIOS". - Yo creo que mis papás nos aclararon este tema desde muy pequeños para evitarse dolores de cabeza con nosotros. Ellos fueron muy claros y nos dijeron que los papás son los que traen los juguetes y que ellos no tenían plata para comprarlos. "TURN DOWN FOR WHAT", se pusieron las "gafitas" y se ahorraron lo de los juguetes.
-"El Niño Dios NO EXISTE", grítabamos inmediatamente, "SÍÍÍÍÍÍÍ, cierto que sí mamá", gritaban los niños. -"SU MAMÁ Y SU PAPÁ SON LOS QUE LES COMPRAN LOS REGALOS", les decíamos.
Hasta el día de hoy no sé si me robaron mi infancia con esa cruel verdad o me dieron la herramienta perfecta para torturar otros niños, jejejeje, ¡Pa' qué más regalo!
De pronto vi los zapatos nuevos de un niño, "WOW, tiene luces, UUFFF, son LA GEAR", en ese mismo instante supe que quería mis zapatos con luces.
Fui a mi Ranchito, empecé a buscar de qué forma podía ponerle luces a mis botas, cuando de pronto abrí una tarjeta navideña, ésta empezó a sonar y a alumbrar con sus pequeños bombillos rojos. Q.E.P.D, mi más sentido pésame para esa tarjeta que cayó en mis manos, la asesiné para sacar su sistema de luces.
Con un clavo caliente empecé a abrirle un hueco en la parte de atrás a mis botas nuevas para instalarle el bombillo, le levanté la plantilla, pasé los cables, adapté el interruptor que se accionaría en cada pisada al caminar, hice las pruebas pertinentes y todo estaba listo para dar a conocer mis BOTAS CON LUCES.
Cayó la noche, estaba completamente emocionado, le dije a Bani que me acompañara y salimos a mostrarle al mundo que yo también tenía ZAPATOS CON LUCES!
Todos se reían y se burlaban de nosotros, pero yo me sentía el niño más afortunado del mundo porque yo mismo había hecho mis zapatos con luces.
ESE DÍA APRENDÍ QUE SI FUNCIONA CON PILAS, EN MIS MANOS PUEDE MORIR.
Un día de estos les cuento la historia de "la gorra helicóptero"!

viernes, 26 de junio de 2015

Historia #20: HAMBRE Y SED

Historia #20
HAMBRE Y SED
Era el año 1992, y, si no me equivoco, era un sábado en la mañana, mis padres se habían ido a tratar de ganarse algunos pesos para seguir en su lucha de criar 4 hijos. Vivían desesperados por la situación tan dura por la que estaban pasando. Ese día no tenían nada para darnos de comer, igual tenían que intentarlo, por eso salieron con la esperanza de traernos alimento.
Eran casi las 11:00 a.m., el hambre estaba atacando nuestra calma y fue entonces cuando Bani y yo recordamos que 2 años atrás, en un Diciembre, mi papá nos había llevado donde unos familiares muy cercanos, y allí nos habían servido un chocolate con galletas. Nos entusiasmamos demasiado, planeamos la odisea de ir hasta allá, sabíamos que había que cruzar un camino rural y peligroso, bajo el inclemente sol de medio día pero eso no importaba porque sólo teníamos en la mente el chocolate y las galletas, y sin más reparos, nos tomamos de la mano y partimos hacia nuestro destino.
Como siempre, en esa época, éramos visualmente desagradables, igual, eso ni me importaba, porque siempre me he sentido muy hermoso, el feo es Bani, pero eso tampoco me ha importado, porque así lo quiero.
Caminamos aproximadamente 40 minutos, asustados porque decían que por ese camino robaban niños, corrimos y llegamos al otro barrio, empezamos a buscar la casa de los familiares, pensamos que nos habíamos perdido, pero afortunadamente llegamos. "Lo logramos", eso fue lo que pensamos, tocamos el timbre, y salió un familiar.
Quiero que para esta escena se pongan en el lugar de ese familiar: Abre la puerta, sale y lo primero que ve son dos "flacuchentos", "muelones", sucios y sudados, niños feos que nadie había invitado. No se imaginan la cara que hizo cuando nos vio, como si hubiese visto caca, como si una enfermedad estuviese tratando de entrar en su casa, como si no fuésemos su familia. Como si fuera poco, cuando abrió su boca fue para decirnos lo siguiente: "Nosotros vamos de salida, el taxi ya va a llegar", y sin ningún tipo de compasión, nos tiró la puerta en la cara.
Teníamos mucha sed, estábamos exhaustos, no recuerdo si lloramos, yo creo que no, pero lo que sí recuerdo es que nos volvimos a tomar de la mano para poder regresar a casa.
Cuando estábamos cruzando de nuevo el camino rural, vimos unas cabras que estaban tomando agua de un charco de lluvia, nos miramos a los ojos, sonreímos y sin pensarlo dos veces, espantamos las cabras y nos apoderamos de su agua, así calmamos nuestra sed. Sólo faltaba calmar el hambre, entonces, decidimos buscar entre la maleza, un cactus redondo, pequeño, que produce una "fruta" con forma de ají, a eso le llamamos "tunas", y por fortuna, conseguimos varios, comimos, y así calmamos el hambre. Tomamos nuestras manos y volvimos a casa.
ESE DÍA APRENDÍ QUE SOY AFORTUNADO DE SER GEMELO!
Menos el día que me confundieron con él y me pegaron en la calle.

sábado, 20 de junio de 2015

Historia #19: MI PAPÁ

Historia #19
MI PAPÁ
Entre risas y sonrojos, mi papá me cuenta una historia muy particular.
Si usted es lector fiel de estas historias, sabrá que 1990 fue un año de escasez y supervivencia, y que, a pesar de las adversidades, aprendimos a limpiarnos el trasero con una piedra, nos hicimos fuertes al superar la casita de cartón y, algo que tal vez no sabían, empezamos a arreglar zapatos.
Recuerdo que John, con casi 10 años, le ayudaba a mi papá a hacer el trabajo "difícil", en esa época aún era invencible. Yo tenía 8 años y me enseñaron el proceso de teñir cuero. Bani, con la misma edad que yo, les seré sincero, él no sabía hacer nada, nunca le gustó la zapatería.
Algunas veces, yo en mi rebeldía de niño, no quería aprender lo que me explicaban y me comportaba groseramente, es más, yo antes de formar las "pataletas", me reunía con el sindicato que estaba conformado por una persona, sí, yo, y planeaba qué era lo que iba a pelear, luego, mi papá me castigaba por grosero y todo volvía a la "normalidad".
"YO NO QUIERO SER ZAPATERO", esa era la frase que siempre le decía a mi papá, y él me decía: "No me importa, va a aprender, algún día me lo va a agradecer". Llevo muchos años ganándome el sustento con este arte, primero como ayudante, luego como trabajador independiente, por no decir que como esclavo, luego como dueño, y ahora como Microempresario. Se lo agradeceré toda mi vida.
Ya han pasado 25 años años desde entonces, y mi papá, que es fiel seguidor de mis historias y de la Historia #1 de Pingüi, me pidió que escribiera la historia de los zapatos viejos, y me dijo: "Mijo, se acuerda cuando yo arreglaba zapatos?", le dije que sí, y volvió a hablar: "muchas veces no había nada qué hacer, yo no tenía plata, nadie llevaba zapatos para arreglar, yo me desesperaba y, entonces, me iba para el basurero, buscaba zapatos viejos, los limpiaba y los ponía a la venta".
A mí se me arrugó el corazoncito, se me hizo un nudo en la garganta y me impresioné porque no lo sabía, es duro asimilar que su papá tenía que hacer lo que muchos no son capaces de hacer, buscar el sustento de su familia entre la basura de otros. Pero antes que el ambiente se pusiera melancólico, él, como digno padre de la risa enferma de Bani, soltó una carcajada y me dijo: "CON ESO FUE QUE LES DI DE COMER, LES DI LA ROPA Y LES DI ESTUDIO, JAJAJAJAJAJAJA". Yo sé que él se ríe porque sabe que hasta él aguantó hambre, todos vestíamos con ropa regalada, y no nos gustaba estudiar, jajajajjajaja.
ESE DÍA APRENDÍ QUE POR UN HIJO SE HACE LO QUE SEA!
Pa', se acuerda de los zapatos blancos que se dañaron que había que pintar a gris perla?, YO LOS DAÑÉ, jajajajajajajjaja.

domingo, 14 de junio de 2015

Historia #18: EL TÍO POLLO, PATRÓN DE ZAPATERÍA

Historia #18
EL TÍO POLLO, PATRÓN DE ZAPATERÍA
A mis 15 años yo trabajaba como el ayudante de Zapatería de mi TíoCarlos, a él le dicen "POLLO".
Había días que la temperatura era hostil y abrasadora, el calor era insoportable. Algún día me compré un ventilador para dormir fresco y relajado, se lo conté a mi Tío Pollo, a él le brillaron sus ojos y muy decente me dijo: "Mijo, usted debería traer el ventilador todos los días para el trabajo", yo no lo pensé dos veces y le dije que sí. ¿Saben por qué le dije que sí? porque yo tenía un carranchín, mejor conocido como sarna perruna, que me picaba hasta el trasero, era tan aspero el carrancho que yo parecía con brazos de "Leproso", a eso agréguenle que olía a inmundo porque nunca lavaba la ropa de trabajo, y para completar, para disimular ese olor a mierda, le rociaba loción barata a esa ropa asquerosa, convirtiendo ese olor en algo tan desconocido y desagradable que no se podía soportar. Al siguiente día llegue con mi ventilador, mi Tío lo puso en el puesto de él, no lo puso a girar, se me hizo raro y pensé que tal vez se le había olvidado y le oprimí el botón giratorio, sentí el aire fresco, pero cuando regreso hacia él, pues lo volvió a poner directo. Compré ventilador para mi Tío. (Sigo ofendido, jajajajaja)
Cuando yo hacía algo mal, él me regañaba, yo sentía mucha rabia pero por alguna extraña razón, no quiero decir que es por la cantaleta tan bastarda que me daba, yo no le contestaba mal, y, cuando yo quería justificar mi error, le decía: "Tío, pero yo pensé que estaba bien", lo que viene a continuación es la parte más sádica y enferma que le he escuchado a un patrón, él me decía: "¡ÉSE ES EL PROBLEMA, QUE PIENSA, NO PIENSE Y HÁGALO COMO YO LE DIGO!, en esos momentos yo sentía que lo tenía que asesinar, así sea golpeándolo en la cabeza con mi ventilador, pero yo respiraba profundo, me calmaba y seguía pagando la condena de ser el ayudante del POLLO.
ESE DÍA APRENDÍ QUE LA FAMILIA ES LO MÁS IMPORTANTE QUE HAY.
A menos que haya un ventilador de por medio, eso sí le daña el corazón a cualquiera!

miércoles, 10 de junio de 2015

Historia #17: LAS HAYACAS - (Los Tamales)

Historia #17
LAS HAYACAS - (Los Tamales)

En el año 1990, Bani y yo teníamos 8 años, mi papá arreglaba zapatos en el Barrio San Martín y mi mamá cuidaba de nosotros, incluyendo a mi hermana menor que tenía 1 añito.
Bani y yo, a pesar de ser tímidos, salíamos a vender hayacas, de las que preparaba la esposa del Señor Campo Elías, el de las cabras, y lo hacíamos porque sin comprender mucho sobre economía y todas esas carajadas, sabíamos que, posiblemente, si nos iba bien, tendríamos una buena cena, ya que esa era la época de las vacas flacas, ¿dije vacas flacas?, quise decir la época de las vacas anoréxicas, con depresión y garrapatas, pulgas y hemorroides, llevadas del mierdero. Creo que ya me hice entender.
Un sábado en la mañana, salimos a hacer la ruta, cada uno por su lado, no se imaginan el esfuerzo demencial que tenía que hacer para ofrecer esas hayacas, con sólo decirles que cuando vendí churros tenía 11 años y no era capaz de hablar, ahora con 8 años, el peor vendedor del mundo, jajajaja. Llegué a la primera cuadra de la urbanización San Martín, había un señor sentado en la sala de su intensamente calurosa casa, tomé fuerza de voluntad y decidí ofrecerle mi producto. Para esta escena quiero que me visualicen lo mejor posible: El señor ve que al frente de su casa se para un niño muy flaco, con un par de dientes frontales que no caben en su inmensa boca, con las orejas grandes, incluyendo la oreja marciana que tengo, sudado, sucio, con unas chanclas de plástico muy gastadas, con un balde que creo que pesaba más que yo. Les cuento que cuando él me miró, yo sentí lo peor, sin embargo, me atreví y le dije con el acento que nos caracteriza a los Cucuteños: "Eñor, hayacas", yo no había terminado de decirle cuando él me estaba gritando: "Chino Marica, ya no le dije que NO", inmediatamente me puse a llorar, levanté mi balde y me fui para la casa.
Lo que yo no sabía, es que Bani ya había pasado por es cuadra. (Somos gemelos)

ESE DÍA APRENDÍ QUE LA LOGÍSTICA ES IMPORTANTE EN LOS NEGOCIOS!
Mentiras, cuál logística ni que nada, ese día lloré mucho para que mi mamá me diera una hayaca.

jueves, 4 de junio de 2015

Historia #16: LA MALTA Y EL CHOCORRAMO

Historia #16
LA MALTA Y EL CHOCORRAMO
Bani y yo teníamos 10 años, John tenía 11, y aunque vivíamos en la pobreza, sigo creyendo que éramos felices, por qué lo digo, porque he pasado muchas horas tratando de recordar si algún día de mi niñez yo me sentí mal por vivir como vivía, y llegué a la conclusión que no, no me sentía mal, no recuerdo reprochar nada, ni muchos menos pensar que algo estaba mal en nuestras vidas. Lo que sí recuerdo muy bien es que siempre soñaba con tener muchas cosas, las deseaba con alegría, sin sentir envidia de nadie, las soñaba con la alegría de un niño. Todo eso lo percibí ya siendo un adulto y muchas veces me pregunto: "¿Por qué podía vivir tan 'normalmente' en un ambiente tan poco apto para toda mi familia?", la respuesta es tan maravillosa como su dueña: MI MAMÁ NOS ENSEÑÓ A SOÑAR, y, aunque ella también era víctima de la situación, ocultaba sus tristezas sólo para darnos amor, sonreía en sus penas para no causarnos dolor. Ella es así.

Un día nos dio 100 pesos para que nos compráramos 1 malta y 1 chocorramo. Los tres hermanitos nos sentamos en la esquina de la tienda "CHUPRYS", no cabíamos de la alegría, y casi sin creer lo que nos estaba pasando, con mucho agrado compartimos ese gran detalle que mi mamá nos regaló.

ESE DÍA APRENDÍ, O MEJOR, TODOS LOS DÍAS DE MI VIDA APRENDO QUE EL AMOR DE MADRE ES EL MEJOR.
Ese día sobraron 10 pesos!

Historia #15: LA RATA SUICIDA

Historia #15
LA RATA SUICIDA
En mi ranchito se veían tantas cosas raras que muchos no las creerían y una de ellas era una rata que parecía la trilliza de nosotros: Flaca, trompona, orejona y sin casi nada qué comer jajajajajaja. Una día me desperté y la rata estaba en la baranda del camarote, me miraba fijamente, yo creo que me quería comer y estoy casi seguro que se arrepintió por la lástima que sintió al ver que yo estaba más flaco que ella. Yo la espanté y seguí con mi vida "normal". Ella ya era de la familia, sabíamos que mantenía en el baño o en el lavadero y antes de usarlos, tírabamos agua para que se escondiera. Yo la quería tanto que le puse un bonito nombre: RATA.
Yo estoy seguro que RATA no aguantó la pobreza y se quitó la vida estrellando su cabeza contra una tableta de barro, partiéndola junto con su cabeza.

ESE DÍA APRENDÍ QUE RATA ERA MÁS SENSIBLE QUE YO.
Si hubiese tenido un celular, me hubiese tomado una SELFIE con ella!

miércoles, 3 de junio de 2015

Historia #14: EL DISPARO

Historia #14
EL DISPARO
BUUUUMMMM, salieron los perdigones del cartucho de la escopeta, iban directamente hacia mí, no tenía salvación...

¿Ustedes se imaginan qué estaba pensando yo mientras eso sucedía?, Yo recuerdo que cuando vi al 'man' ese sacando esa escopeta, pues tenía que correr para ocultarme en el rancho. Esto sucedió en la misma cancha donde elevamos a LA COMETA METÁLICA. Bani prácticamente estaba a salvo porque supo hacia donde correr, pero yo quedé como 'tiro al blanco';

...fue sólo un instante, sin compasión, sin anestesia, pasó lo que tenía que pasar, sentí cuando esos balines calientes entraron en mis piernas y sin hablarles caca, en medio de mi susto, pensé: "UFF, COMO EN LAS PELÍCULAS, UFF, YA PUEDO DECIR QUE ME DISPARARON" jajajajaja el propio 'güevón'.

ESE DÍA APRENDÍ QUE IR AL BAÑO CON LAS PIERNAS HERIDAS NO ES DIVERTIDO.
Yo me tiré en el piso del baño para poder limpiarme el trasero.

Historia #13: NUESTRO PRIMER RESTAURANTE ESTUDIANTIL

Historia #13
NUESTRO PRIMER RESTAURANTE ESTUDIANTIL
En 1999 Bani y yo teníamos 17 años y por cosas del destino, nos fuimos a vivir a la vereda LA SIERRA en Fresno Tolima. Para llegar a dicha vereda, tuvimos que tomar el único transporte público que había: UN JEEP WILLYS al que le cabía como 543 pasajeros, más el chofer, y lo más bravo es que en el camino recogía más gente. No demoró mucho en darnos cuenta que íbamos "monte adentro", eso era el propio campo, a duras penas llegaba el Espíritu Santo por esos lados, y llegaba cansado, sin más decirles que cuando mi mamá nos dijo: "mire hijos, ése es el Colegio de la vereda", nosotros bien vagos que éramos en esos días, le dijimos: "Ma', nosotros queremos estudiar", y todo porque pensábamos que nos iba a poner a ordeñar vacas o a recoger café. Mi mamá toda contenta nos dijo: "Qué bien hijos, y lo bueno es que ahí tienen restaurante estudiantil y pueden almorzar todos los días". ¿Se imaginan donde esta historia termine aquí?, sería lo máximo jajajajaja, pero no, porque el Lunes mi mamá nos matriculó y al preguntarle a la Rectora sobre el Restaurante Estudiantil, ésta le contestó: "Pues los niños almorzaban aquí, pero el fin de semana el restaurante se incendió y ya no está funcionando".

ESE DÍA APRENDÍ QUE SI NO HAY ALMUERZO EN LA CASA, PUES TAMPOCO HABRÁ ALMUERZO EN EL COLEGIO.
A los pocos días se varó el Jeep del transporte público y para completar, la novia de Bani se escapó con otro montañerito!

martes, 2 de junio de 2015

Historia #12: EL "CONEJITO"


Teníamos 5 años de edad, vivíamos en la avenida 6 del Barrio San Martín, y en ese entonces, la casa era normal, es decir, no era ningún rancho.
Era una mañana común y corriente, al frente de la ventana de la habitación había un pequeño árbol, pero todo cambió cuando vi a un hermoso "conejito", ahí, en el arbolito, él estaba comiendo algo, me sentí muy afortunado, era el mejor día de mi enana vida. Con el mismo entusiasmo, desperté a Bani y le dije: "hermanito, hermanito, mire tan bonito el conejito", nos abrazábamos de la alegría, todo era ternura y amor, es más, tratamos de acariciarlo por la ventana pero los brazos eran muy cortos como para llegar a él. 
Fue tanto el éxtasis del momento que fuimos corriendo hacia donde mi mamá, la tomamos de la mano y la llevamos a ver a nuestro conejito; "AAAAHHHHH", gritó nuestra asustada madre, estábamos confundidos, no entendíamos como un animalito tan tierno podía asustar a mi mamá, pero ella volvió a gritar: "UN FARO", (una chucha, una zarigüeya), nos alejó de la ventana y, según ella, nos puso a salvo de nuestro tierno conejito.

ESE DÍA APRENDÍ QUE ESA ESPECIE DE CONEJITO ASUSTA A LA GENTE!

Yo le estaba dando un pedacito de pan por la ventana!

Historia #11: EL ATARI


Cuando era niño, yo era muy pero muy tímido, con decirles que yo no era capaz de decir "GRACIAS" porque me daba pena (el propio güevón). Al que no quiere un plato, se le sirven dos, yo con ese problema tan bravo y me mandaban a vender CHURROS. ¿Ustedes creen que yo gritaba? me daba pena, pero igual, ya tenía algunos clientes fijos que los compraban. Uno de esos clientes era mi primo Dany Valencia, después de cumplir mi ruta, si me quedaba algún churro, volvía a pasar por donde él, yo estaba seguro que me los compraría.
Un día llegué donde él con 2 churros, de los 21 que tenía que vender diariamente, se los ofrecí pero él no tenía dinero pero sí tenía muchas ganas de asesinar a mordiscos a esos 2 churros de ADULAM*. Cada vez que yo recuerdo todo lo bonito que ha hecho la Familia VALENCIA GÓMEZ por nosotros, tengo que resaltar el siguiente "TRUEQUE" que me propuso mi primo: "Le cambio esos 2 churros por mi ATARI". Mi pregunta es: ¿Por qué no me ofreció algún otro juguete, o tal vez un balón, por qué me ofreció lo más valioso que él tenía en ese momento?, Mi respuesta es: PORQUE ÉL SABÍA QUE A NOSOTROS NO NOS PODÍAN COMPRAR ALGO ASÍ PARA PODER JUGAR.

ESE DÍA APRENDÍ QUE MI PRIMO TAMBIÉN ES MI HERMANO!

El ATARI me duró un día porque lo desbaraté para ver donde estaban los muñecos con las raquetas.

Historia #10: EL COMEMIERDA


Hay historias que no deberían ser contadas, historias como las que le voy a contar, sí, mi mamá nunca debió contármela!
Dice mi mamá que Bani y yo teníamos unos pocos meses de haber nacido, nos había dejado en la cuna para ella poder hacer sus deberes del hogar, fue un momento nada más, pero al regresar, quedó impresionada con lo que vio: Bani se había hecho caca de una manera tan asquerosa que se le salía del pañal, pero lo peor es que mi cara estaba recostada en su trasero y yo estaba todo 'untado' de mierda hasta las orejas, era repugnante porque yo masticaba la caca de mi hermano como si fuera chocolate, comí mierda hasta que mi mamá se dio cuenta y me salvó de ese mierdero.

ESE DÍA APRENDÍ QUE LO QUE NO MATA ENGORDA!


Hablando en serio, ese día no aprendí nada, ese día sólo comí mierda!

Historia #9: EL VOLCÁN


Transcurría la semana de "La Ciencia y la Creatividad" en el año 94, en el Colegio Simón Bolívar, cursábamos el grado sexto, ya habíamos presentado nuestro volcán de arcilla que erupcionaba con efervescentes y colorantes.
El turno era para la presentación del proyecto de nuestro compañero Edward (Cacharro), su volcán de arcilla tenía aserrín y pólvora de escopeta, era el favorito, ese volcán iba a ser inolvidable para muchos.
Cuando Edward tenía que ir a tirar un fósforo dentro de su volcán, el "atolondrado" del Bani se entrometió y dijo que él lo haría. 

Quiero que visualicen esta escena en cámara lenta: 

Bani prende el fósforo, lo acerca al volcán y lo deja caer, pero a medida que éste va cayendo, Bani, con sus grandes dientes y su "trompa estirada", y eso que no quiero nombrar las orejotas feas que tiene, empieza a seguirle el curso al fósforo para cerciorarse que caerá prendido, y ahora, imagínense al fósforo cayendo todo feliz porque se está dando cuenta de la estupidez del humano que lo lanzó, y sabe que él va a ser el autor de la tragedia, ESE FÓSFORO SÍ QUE ES MALO (Maldito fósforo Kamikaze).
Cuando el fósforo cayó, el rostro de Bani estaba en todo el frente del cráter del volcán, BUMMMM, explotó junto con el fósforo suicida, quemándole la cara al entrometido Bani Israel, poniéndole un poquito de candela al momento, ardiendo de euforia, jajajaja me exalté un poquito con el relato.

Yo casi me hago caca del susto tan bravo, no lo podía creer y me puse a llorar como una vil nena, pero todo fue extraño porque Bani, inmediatamente, puso su mano en el rostro, y con la otra mano trataba de impedir que se le acercaran diciendo: "tranquilos, no pasó nada, no pasó, nada".
¿No pasó nada?: Se quemó la parte derecha de la cara, se chamuscó las cejas, pestañas, el cabello y la poca dignidad que le quedaba.
En todo caso fue lo mejor que nos pudo pasar en ese tiempo porque todos iban a visitarnos al ranchito, entraban limpios, salían sucios, con los zapatos embarrados jajajajaja, nos llevaban frutas y comida, y yo no fui a estudiar porque "tenía que cuidar a Bani".

ESE DÍA APRENDÍ QUE BANI ERA COMO MEDIO PENDEJO!

Mientras él estuvo en el hospital, yo lloraba porque ya no íbamos a parecer gemelos!

Bana la quiero jajajajajajaja.

Historia #8: LA CASITA DE CARTÓN


En 1990, el mismo año de la PIEDRAPAPELHIGIÉNICO, vivíamos en una casita de cartón negro, el techo también era de tal material, eran días difíciles para mis padres pero se estaban esforzando para darnos un hogar. 
Una noche empezó a llover muy fuerte, el agua con lodo empezó a correr por el piso del ranchito, eso era lo de menos, porque los 6 estábamos en la única camita que teníamos, el problema surgió cuando el agua empezó a acumularse en el techo de cartón y mis padres desesperados trataban de impedir que el techo se desfondara, es duro recordarlo, aunque yo tenía 8 años lo recuerdo muy bien, vi como el techo se desfondó y empapó completamente a mi mamá y a mi papá, todos quedamos mojados, Bani,John, mi hermanita Eva que tenía 1 añito, temblábamos de frío, no teníamos a dónde ir en ese momento, entonces, mi mamá tomó los trapos menos mojados, los puso en el rincón donde menos caía agua, nos hizo acurrucar ahí y nos abrazaron protegiéndonos hasta que paró de llover.

ESE DÍA APRENDÍ QUE NO ME HACÍA FALTA NADA PORQUE TENGO LO MÁS IMPORTANTE: A MI PAPÁ Y A MI MAMÁ!


Los amo y les doy las gracias por todos sus esfuerzos.

Historia #7: GEMELOS vs JOHN JAIRO



Antes de esta historia que les voy a contar, mi hermano mayor, John Jairo, nos metía terror psicológico convenciéndonos que, por él ser el mayor, pues, era invencible.

Visualicen esta escena: John Jairo tenía 'encuellado' a Bani, golpeando su cabeza contra la pared, algo que él "podía hacer" por el derecho que le otorgaba ser el primogénito. 
Yo era un miedoso espectador más de esa 'lenvantada' tan brava que se le propinaba a Bani, él lloraba pidiendo auxilio, me llamaba, pero yo sólo me imaginaba que John me iba a agarrar con el otro brazo y me iba a estrellar los piojos contra la misma pared. 

Bani parecía un muñeco de trapo, porque nosotros no le hacíamos resistencia a John convencidos de lo invencible que era, pero llegó un punto en el que yo no aguanté más, saqué coraje y valentía, de esa que es miedosa, le halé el hombro a John Jairo y con el mismo impulso le lancé una patada y se la pegué en los testículos...

Ese 'man' se empezó a revolcar en el piso llorando del dolor, a mí me brillaban los ojitos porque había vencido al invencible, Bani salió corriendo y se puso detrás de mí, no lo podíamos creer!, lo habíamos derrotado, uff, yo empecé a sacar pecho todo poderoso, uff, soy el mejor, pero de pronto John Jairo en su llanto pega un grito diciendo: "SI ME QUEDO SIN HIJOS LO MATO!!!!"


¿Mato?!!!, apenas yo escuché esa palabra se me desinfló el pecho, se me escurrieron las bolitas, me empezaron a temblar las piernas, y sin pensarlo dos veces, empezamos a llorar y salimos corriendo como un par de nenas en peligro.


Para los que están preocupados pensando que nos mató, pues no, no nos pudo matar porque nos escondimos hasta la noche que llegó mi mamá y nos salvó la vida.


ESE DÍA APRENDÍ QUE SOY MÁS PODEROSO QUE EL INVENCIBLE.


Después de eso, John lo pensaba dos veces antes de pegarnos, sí, sólo dos veces y luego iba y nos levantaba a pata, jajajajajajajaja.


Historia #6: AHORCANDO LA NUTRIA


Bani y yo a los 13 años dormíamos en la cama de arriba de un camarote, y una noche todo temblaba bruscamente y no era un sismo, yo no lo podía creer, en serio, yo sabía qué estaba pasando pero no lo quería confirmar, pero me sentí tan incómodo que le hice una confrontación al pobre del Bani:

 "Qué está haciendo?", le pregunté, "nada", contestó el cobarde, pero yo sabía que a esa edad si usted se ahorcaba la nutria, era como estar ahorcando a una nutria con unos quince días de descomposición jajajajajajaja, entonces le dije: 

"Venga le huelo la mano (derecha)", pero ¿Qué mierda he olido?

Efectivamente estaba ahorcando a ese difunto y al verse descubierto empezó a llorar y me dijo: 

"No le vaya a decir a mi papá"

Y lloraba y lloraba hasta el punto que sentí compasión y me uní a la causa diciéndole: 

"No se preocupe, yo también me la hago"

A ese 'man' le cambió el semblante como quién dice YA NO CAIGO SOLO, en ese instante él tomó mi mano izquierda, porque soy zurdo, la olió y se dio cuenta que no olía a muerto y se puso a llorar porque pensó que yo se lo había dicho sólo como consuelo y yo, sin pensarlo dos veces le confesé mi mayor secreto hasta ese momento: YO ME LA HAGO CON LA DERECHA juajuajuajuajua.

Por respeto a mi valentía, Bani esa noche no siguió ahorcando la nutria.


Aprovecho el momento para mandarle un saludo a la nutria hedionda de Bani.


ESE DÍA APRENDÍ QUE EL APOYO TIENE QUE SER EN CUALQUIER TIPO DE SITUACIÓN.


Olía tan inmundo la mano de Bani que se me peló la garganta jajajajajajajajajaja.

Historia #5: MI PIANO IMAGINARIO


En alguna ocasión, mi mamá me enseñó las notas musicales en una organeta prestada, yo tenía 11 años, y fue sólo un momento, porque se la tenían que llevar. 

Yo quedé impresionado, quería seguir tocando pero ya no estaba el instrumento, no sabía qué hacer, me desesperé hasta el punto de generar una idea grandiosa: 

PINTÉ EL TECLADO DEL PIANO EN UNA TABLA DE LA CAMA.

No van a creer la felicidad que sentía cuando me sentaba a ensayar los acordes que me estaba aprendiendo, pasaba mucho tiempo entrenando y aunque no se escuchaba nada, yo me lo imaginaba, y era feliz. 

El día que tuve la oportunidad de tocar un piano real, ya me sabía una canción completa.

Gracias Ma' por el esfuerzo que ha hecho toda la vida por nosotros.

Historia #4: LA COMETA METÁLICA


Mi Hermano Bani estaba aburrido porque cada vez que hacíamos una cometa, cuando tratábamos de elevarla, ésta se golpeaba contra el piso y se partía. 
Él resolvió hacer el marco de la cometa con alambre grueso, le puso el plástico, los frenillos, la cola, y la cuerda, cuando ya la tenía lista para volar, decidimos ir al frente de la casa, en la cancha de "CHUPRYS". 

El viento soplaba hacia el occidente, es decir, hacia la casa de BAM-BAM, y sin más espera, lanzamos la cometa al estrellato, SÍ VOLABA!, fue una sensación genial, tan genial como la explosión que provocó en el transformador de esa cuadra al quedar enredada en los cables eléctricos creando un corto circuito que dejó sin electricidad a una buena parte del barrio.

ESE DÍA NOS DIMOS CUENTA QUE LO DE NOSOTROS NO SON LAS COMETAS!


Las acciones en la bolsa de Nueva York cayeron inmediatamente y nos quebramos.



Historia #3: LA PIEDRAPAPELHIGIÉNICO


En el año 1989 vivíamos en el Barrio Boconó, con un estilo de vida normal, nivel somalia, y las necesidades corporales las hacíamos al frente, en el monte. 

Da la casualidad que el vecino, casi de la misma edad que nosotros, estaba haciendo sus necesidades y nos vio buscando hojas de la naturaleza que utilizaríamos para limpiarnos el trasero. Él, muy sabio en su experiencia nos dijo:

 "No sean bobos, mire cómo se hace";

El 'paticortico' ha sabido agarrar una piedra, previamente preparada para su destino, y la pasó por su ano retirando la mayor cantidad de caca posible, nos mostró la piedra con su respectiva evidencia de mierda, hizo una expresión como diciendo:

"Sí ven que sí funciona", y luego, la lanzó lejos.

Una vez terminó con su mierda, nos hizo buscar la piedra de cada uno, y él, siendo el experto, se encargó de supervisar nuestras cagadas, para luego guiarnos sabiamente e indicarnos cómo limpiar nuestros culos.


NUNCA UNA LIMPIADA DE CULO ME HABÍA QUEDADO TAN SUCIA!


Bani y yo olíamos a mierda!

Historia #2: MI PRIMER VUELO EN AVIÓN

Historia #2
MI PRIMER VUELO EN AVIÓN

Compré los tiquetes por medio de una promoción por Internet, estos no son reembolsables, pero igual yo tenía todo bajo control, nada me iba a impedir montar por primera vez en avión. 

Domingo a las 5:52, ésa era la hora de mi vuelo, estaba tan contento que me dio dolor de estómago, pero eso tampoco se entrometería en mi primer vuelo.
Llegamos al aeropuerto a las 3:30 de la tarde, se veía a leguas lo primíparo de mi situación y la alegría que sentía por la misma. 
"Para el vuelo hacia Cúcuta", le dije a la encargada en la puerta, ella abre muy grande sus ojos y me pregunta: "¿el de las 5:52?", sí señorita, le respondí, en ese momento vi su cara de lástima hacia mí y me di cuenta que la vida siempre será cruel jajajajaja. 
"SEÑOR,EL VUELO ERA A LAS 5:52 DE LA MAÑANA"...  
...yo le metí 3 puñaladas sicológicas, lloré mentalmente porque me dio pena hacerlo delante de mi señora, y luego, le tire una bomba imaginaria al aeropuerto, y finalmente, fui y compré 2 tiquetes en la Flota de Buses de OMEGA y antes de montarme al bus, cerré mis ojos, imaginé que era un avión que volaba despacio y con turbulencia, y así fue mi primera vez en avión.

ESE DÍA APRENDÍ QUE ME DA PENA LLORAR EN PÚBLICO.
Pero por dentro lloré como una niña deprimida, jajajaja!!!
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Historia #1: EL GALLO PEPE


Historia #1
EL GALLO PEPE


Alguna vez, Bani y yo, siendo niños, criamos 2 pollos que, luego, por ingenuidad y hambre, se los cedimos a una vecina con la ilusión que nos regalara un almuerzo que nunca llegó. 
No vayan a creer que la vecina era una desalmada, no, ella tuvo compasión y nos regaló las tripas de los 2 pollos para que pudiéramos comer. Gracias Vecina (Mucho Sarcasmo).

Con la experiencia adquirida, la de criar pollos, empezamos a criar al pollito Pepe, que en poco tiempo se transformó en un sabroso gallo color miel, al que le quedaban pocos días de vida porque le esperaba un delicioso Sancocho Cucuteño.

Todo sucedía según lo planeado, Pepe era feliz, cantaba siempre a la misma hora, jugaba en la calle de piedras y tierra del Barrio La Unión, pero una tarde, antes de entrar como normalmente lo hacía, no cantó, no entró, no sabíamos qué le había sucedido, nos alarmamos y salimos en su búsqueda, "Peeepeee, yitu, yitu, yitu, yitu, yitu, yitu", ése era el llamado al que él siempre respondía y aparecía corriendo, pero esta vez no apareció, se terminó la noche y el Gallo Pepe no entró a dormir.

Al siguiente día, un Tío llegó a hacernos la visita, era raro porque casi nadie quería visitarnos por la situación tan precaria, pero ahí estaba él, escuchando a mi mamá lamentarse por la pérdida del animal, la miraba con lástima porque él era testigo de el esfuerzo que ella hacía por nosotros, en fin, llegó un momento en el que mi Tío no aguantó más y le dijo esto a mi mamá:

"Mija, perdóneme, yo vi ese pollo todo grande y bonito por la calle, yo no sabía que era de ustedes, lo agarré, me lo llevé y lo vendí, perdóneme"; jajajajajajaja, en serio, no lo podíamos creer, esta vez mi Tío fue el que se encargó de dejarnos sin el Sancocho.

ESE DÍA APRENDÍ QUE LO DE NOSOTROS NO ES LA CRIANZA DE POLLOS.
JAJAJAJAJAJA. Gracias Tío.
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