Historia #16
LA MALTA Y EL CHOCORRAMO
Bani y yo teníamos 10 años, John tenía 11, y aunque vivíamos en la pobreza, sigo creyendo que éramos felices, por qué lo digo, porque he pasado muchas horas tratando de recordar si algún día de mi niñez yo me sentí mal por vivir como vivía, y llegué a la conclusión que no, no me sentía mal, no recuerdo reprochar nada, ni muchos menos pensar que algo estaba mal en nuestras vidas. Lo que sí recuerdo muy bien es que siempre soñaba con tener muchas cosas, las deseaba con alegría, sin sentir envidia de nadie, las soñaba con la alegría de un niño. Todo eso lo percibí ya siendo un adulto y muchas veces me pregunto: "¿Por qué podía vivir tan 'normalmente' en un ambiente tan poco apto para toda mi familia?", la respuesta es tan maravillosa como su dueña: MI MAMÁ NOS ENSEÑÓ A SOÑAR, y, aunque ella también era víctima de la situación, ocultaba sus tristezas sólo para darnos amor, sonreía en sus penas para no causarnos dolor. Ella es así.
Un día nos dio 100 pesos para que nos compráramos 1 malta y 1 chocorramo. Los tres hermanitos nos sentamos en la esquina de la tienda "CHUPRYS", no cabíamos de la alegría, y casi sin creer lo que nos estaba pasando, con mucho agrado compartimos ese gran detalle que mi mamá nos regaló.
ESE DÍA APRENDÍ, O MEJOR, TODOS LOS DÍAS DE MI VIDA APRENDO QUE EL AMOR DE MADRE ES EL MEJOR.
Ese día sobraron 10 pesos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario