Historia #19
MI PAPÁ
MI PAPÁ
Entre risas y sonrojos, mi papá me cuenta una historia muy particular.
Si usted es lector fiel de estas historias, sabrá que 1990 fue un año de escasez y supervivencia, y que, a pesar de las adversidades, aprendimos a limpiarnos el trasero con una piedra, nos hicimos fuertes al superar la casita de cartón y, algo que tal vez no sabían, empezamos a arreglar zapatos.
Si usted es lector fiel de estas historias, sabrá que 1990 fue un año de escasez y supervivencia, y que, a pesar de las adversidades, aprendimos a limpiarnos el trasero con una piedra, nos hicimos fuertes al superar la casita de cartón y, algo que tal vez no sabían, empezamos a arreglar zapatos.
Recuerdo que John, con casi 10 años, le ayudaba a mi papá a hacer el trabajo "difícil", en esa época aún era invencible. Yo tenía 8 años y me enseñaron el proceso de teñir cuero. Bani, con la misma edad que yo, les seré sincero, él no sabía hacer nada, nunca le gustó la zapatería.
Algunas veces, yo en mi rebeldía de niño, no quería aprender lo que me explicaban y me comportaba groseramente, es más, yo antes de formar las "pataletas", me reunía con el sindicato que estaba conformado por una persona, sí, yo, y planeaba qué era lo que iba a pelear, luego, mi papá me castigaba por grosero y todo volvía a la "normalidad".
"YO NO QUIERO SER ZAPATERO", esa era la frase que siempre le decía a mi papá, y él me decía: "No me importa, va a aprender, algún día me lo va a agradecer". Llevo muchos años ganándome el sustento con este arte, primero como ayudante, luego como trabajador independiente, por no decir que como esclavo, luego como dueño, y ahora como Microempresario. Se lo agradeceré toda mi vida.
Ya han pasado 25 años años desde entonces, y mi papá, que es fiel seguidor de mis historias y de la Historia #1 de Pingüi, me pidió que escribiera la historia de los zapatos viejos, y me dijo: "Mijo, se acuerda cuando yo arreglaba zapatos?", le dije que sí, y volvió a hablar: "muchas veces no había nada qué hacer, yo no tenía plata, nadie llevaba zapatos para arreglar, yo me desesperaba y, entonces, me iba para el basurero, buscaba zapatos viejos, los limpiaba y los ponía a la venta".
A mí se me arrugó el corazoncito, se me hizo un nudo en la garganta y me impresioné porque no lo sabía, es duro asimilar que su papá tenía que hacer lo que muchos no son capaces de hacer, buscar el sustento de su familia entre la basura de otros. Pero antes que el ambiente se pusiera melancólico, él, como digno padre de la risa enferma de Bani, soltó una carcajada y me dijo: "CON ESO FUE QUE LES DI DE COMER, LES DI LA ROPA Y LES DI ESTUDIO, JAJAJAJAJAJAJA". Yo sé que él se ríe porque sabe que hasta él aguantó hambre, todos vestíamos con ropa regalada, y no nos gustaba estudiar, jajajajjajaja.
A mí se me arrugó el corazoncito, se me hizo un nudo en la garganta y me impresioné porque no lo sabía, es duro asimilar que su papá tenía que hacer lo que muchos no son capaces de hacer, buscar el sustento de su familia entre la basura de otros. Pero antes que el ambiente se pusiera melancólico, él, como digno padre de la risa enferma de Bani, soltó una carcajada y me dijo: "CON ESO FUE QUE LES DI DE COMER, LES DI LA ROPA Y LES DI ESTUDIO, JAJAJAJAJAJAJA". Yo sé que él se ríe porque sabe que hasta él aguantó hambre, todos vestíamos con ropa regalada, y no nos gustaba estudiar, jajajajjajaja.
ESE DÍA APRENDÍ QUE POR UN HIJO SE HACE LO QUE SEA!
Pa', se acuerda de los zapatos blancos que se dañaron que había que pintar a gris perla?, YO LOS DAÑÉ, jajajajajajajjaja.
Pa', se acuerda de los zapatos blancos que se dañaron que había que pintar a gris perla?, YO LOS DAÑÉ, jajajajajajajjaja.
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